domingo, 25 de octubre de 2009

"ES EL ESTUDIANTE..."

No quiero hablar del super -clásico, porque me dejo muy decepcionado, me rompe mucho las bolas que empaten.
Hace unos días me cruce por la calle con un amigo del colegio. En realidad no eramos "AMIGOS" mas bien eramos los dos que rompíamos las bolas. En fin este personaje es : "EL PERRO OVEJERO"
Y me acorde de varias cagadas que hicimos, y me dieron ganas de compartirlas con ustedes, mis 5 lectores...
Un día en el curso me chistó y saco del bolsillo dos petardos, yo estomáticamente entendí lo que tenia que hacer, pedí prestado un encendedor y espere una señal, cuando se fue la profesora, y antes que viniera el preceptor, nos paramos con el perro y prendimos un petardo, cuando exploto hizo un ruido de la san puta! yo, un poco me cague, porque se había escuchado en todo el colegio, pero las risas y aplausos de mis compañeros me incitaban a prender el otro. Con un rápido movimiento prendimos el otro y el preceptor entro al curso, el perro se cago tanto de miedo que se lo guardo en el bolsillo de la camisa y se metió en un armario.
Yo esperaba un milagro, esperaba que se haya apagado el petardo, o que el perro hubiese hecho algo para que no explote, y en medio de mis suplicas... BUUM!!!
Todo el curso se enmudeció, y a decir verdad teníamos miedo.
Cuando el señor Ovejero salio del armario,(si, ya se queda muy mal, pero esta vez fue literal) tenia la camisa totalmente negra, el bolsillo ya no existía, y tenia una enorme quemadura roja en el pecho, pero era tan graciosa la imagen que todos nos reímos, y como siempre, el curso se reía de nuestras acciones pero a nosotros nos vivían clavando.

Otro día al señor Ovejero se le dio por ir al baño porque no estaba la profesora, pero volvió con los pantalones hasta la rodilla y dando saltitos, pero cuando llego ya había llegado la profe, y así como entro al curso se subió el pantalón, se ajusto el cinto y se fue derecho a la preceptoria sin que nadie le diga nada. Todavía me acuerdo de la situación y me cago de risa!

Pero estas no son nada comparadas con la de "la bomba".Nos pusimos de acuerdo con el perro para llevar al día siguiente un espiral y dos petardos (ahora que lo veo, parecemos piromaniacos).
Esa mañana fuimos hasta el baño del colegio y preparamos todo, los petardos pegados al final del espiral, y este a su ves colgado con un hilo de un ventiluz.
Los minutos eran horas, no sentíamos ningún estruendo, y nos preocupamos, entonces fui al baño a revisar y vi que era cuestión de segundos para que se prendan los petardos, entonces salí corriendo al curso, me senté en mi banco y espere. Lo que yo no sabia era que a pocos inodoros de donde estaba el espiral había un pibe de los mas chicos. Cuando sentimos la "explosión (? nos abrazamos con el perro, como si hubiéremos coordinado a la perfección el lansamiento del apolo XI, con la misma emoción que debe haber sentido maradona después de meterle el gol a los ingleses, hasta que escuchamos los gritos y el llanto del pibe.
Por suerte no le paso nada, pero estaba muy alterado, les juro que tenia todavia los pantalones bajados cuando salio corriendo, pero no fue para nada cómico, ahi en serio nos cagamos de miedo, pensábamos que nos corrían del cole. Esperabamos que nos llamen a dar declaracion en la rectoria. Un rato despues de que las cosas se calmaron entro el rector al curs y dijo: Chicos, lo que paso recien fue muy grave, ya pase por todos los cursos avisando qu estamos buscando al culpable...
Paso el tiempo y unos años despues termine el cole, y nadie se entero quienes fueron, creo que influyo mucho la frase que el perro dijo a nuestros compañeros ese dia: "ustedes saben quienes fueron, y tambien saben que no tengo ningun problema en llenarles las mochilas de petardos, pero ya en serio, cierren el culo y no sean hijos de puta..."

2 comentarios:

  1. convincente sobre todas las cosas!!!!!!!!!

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  2. Jaja, acá está uno de tus cinco lectores (pero me parece que estás infñando el número :P), macanudo el perro, un tipo muy persuasivo, ja.

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