domingo, 13 de septiembre de 2009

MI AMIGO EL TOSTAO

Hace unos meses, mi vieja volvió de comprar unas cosas, y como de costumbre la ayude con las bolsas.
Siempre fui de no sentir apego por las cosas materiales, pero ese día cambio mi forma de pensar. Entre las bolsas había una caja mediana, y adentro había una tostadora (no la que tuesta el pan sino la que es para tostar el sanguche ya preparado).
En fin, durante esos días, todo el tiempo se comía tostados, o como le digo yo tostaos.
Al principio pensé que iba a ser como el microondas, o como una maquinita para hacer helados que yo nunca use, pensaba que después de un tiempo ya no se iba a usar la tostadora.
Estaba muy, muy equivocado.
Una noche estaba en la compu, y me dio hambre, y baje a buscar algo para comer (“algo” es muy amplio, puede ser galletitas, pan con manteca, sanguche de queso, en todas sus variedades, algún postre, sobras de la cena, huevos fritos, lo que sea!!) buscando en la alacena, la vi, estaba ahí, la tostadora, en un segundo ya había armado el sanguche y ya se estaba tostando, esa noche fui feliz.
Me di cuenta que a partir de ahora cundo tenga hambre, no iba a comer lo que encuentre, sino un sano y rico tostao (bueno, no tan sano).
Desde esa noche, fue infaltable el tostao, a toda hora, todos los días.
En fin, siento que con el tostado hay un relación de dependencia, el tostado es mi droga.
Mi gusto por el tostao trajo acarreado un leve sobrepeso que ya se hace notar. Bueno, no es tan leve fueron 4 kilos en un mes, esos 4 kilos son imposibles de bajar, ya aprendí a convivir con ellos
Cuando por fin corte toda relación con los tostados, un amigo se vino a dormir a mi casa y como a las 3 A.M. el hambre nos gano y bajamos a buscar provisiones para el resto de la noche. Cuando abrí la heladera vi una barra de salame y mucho, mucho queso. Cedí ante la tentación. Saque los panes y la savora (en mi casa nunca hay mayonesa).
En cuestión de minutos ya estábamos frente a la compu de nuevo y a punto de probar el mejor tostado de la historia (todavía no me lo confirmaron, pero se que es así)
No podíamos entender como unas fetas de salame y queso, entre panes, podían tener ese sabor, nunca probé algo así (obviamente sin irnos a extremos, porque mi tostado de salame y queso no tiene chances contra un pato a la naranja, pero se que a podría ser tranquilamente otro Mc Combo) era algo… SUBLIME.
No termine completamente con el tostado, pero ahora me controlo mas.
Igual no tengo drama en ser “Un gordito simpaticón” porque “panza llena corazón contento”

2 comentarios:

  1. Yo tengo esa mismísima tostadora pero en general no la uso.
    (estoy sufriendo con el partido de Delpotro)
    Pero te entiendo cuando hablás del leve sobrepeso.. desde que volví a comer mucho pan, y a veces pan con manteca o con mermeladas hiper engordantes, subí 3 kg, pero bueeno... puedo excusarme y decir que a los tipos les gusta tener de donde agarrar (?!)

    Un bajón las adicciones comestibles! jaja saludos

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  2. jaja vale la excusa, pero 3 kilitos no es tanto!
    igual vale la pena por un buen pan con manteca y ni hablar de un tostado jaja

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