domingo, 3 de enero de 2010

El Valle (Parte II)

Efectivamente el baño del gordo otario este que teníamos de profesor, estaba trancado, y los chocolates que tenia para comer solo mientras a nosotros nos daban un guiso de mierda, habían sido atacados ferozmente, aplaudo esto, no tanto lo del baño.
Y así paso otro día, fuimos a caminar una tarde llegamos un río, merendamos, todo muy divertido muy sano, el tema fue la vuelta. Volvimos por otro camino, aparentemente había muchos caballos por la zona, porque el suelo estaba minado con cerezos del tamaño de pizza familiar. Todos tranquilos esquivando de tanto en tanto los cerezos, hasta que al gordo intento de psicólogo le estallo una torta de bosta en la nuca.
Me di vuelta a ver quien había sido y Peter levantaba los brazos en señal de victoria, yo pensaba, uuuu cago fuego, después de los chocolates el gordo no se va a bancar esto. Pero me sorprendí mucho, el gordo se dio vuelta se fijo quien había sido y empezó a correr en dirección a Peter y en el camino levantaba un pedazo de mierda, Peter se quedo inmóvil, no supo como reaccionar, cuando reacciono ya estaba cubierto de bosta, y esto dio pie a un bombardeo general, todos contra todos en un principio, me sentía como el Che. Después un preceptor nos corto todo el jueguito y recibió un abucheo general, pero atino a decir: ¡pares contra impares! (entiéndase el numero de la lista del colegio) y ahí si, ya era tarde, una batalla campal con bosta, me sentía listo para recuperar Malvinas, hasta que fui herido por la espalda, una bola de mierda impacto en mi espalda, caí, dramatice, esperaba refuerzos, muchos de los de mi equipo ya se había atrincherado esperando que todo se calme, y me dejaron casi solo junto con 2 o 3 mas. No tuve opción, me rendí, me sentía muy puto, pero no podía hacer nada. En fin terminada “la guerra de mierda” después de bañarnos tuvimos tiempo libre y casi todos nos fuimos a LA pieza a escuchar música jugar a las cartas, estábamos muy cansados, pero yo seguía caliente por lo de la tarde, no iba a aceptar la derrota, agarre mi almohada y pase corriendo repartiendo a diestra y siniestra, y salí de la pieza, no me podía quedar, era un suicido, espere un rato afuera y asome la cabeza, mas de 30 tipos reventándose las cabezas a almohadazos, una vista pintoresca fue por lejos una de las cosas mas divertidas de las que me pudo acordar, realmente muy bueno.

1 comentario:

  1. y donde quedó el "seamos buenos entre nosotros"?!!!!!

    mucha psicología,m mucha psicología, pero se defendió como en el barrio el gordo.

    ResponderEliminar