Cebollitas

Como les tengo mucha confianza a todos ustedes los que diariamente leen este famosisisimo blog(manga de putos, no me quiero poner la gorra, pero devuelvan los comentarios no sean ratones, exeptuando a Lin que es la unica que se la banca) voy a contarles una de las experiencias mas traumaticas de mi vida. (Asi de duro fue, posta)


Transcurria el ultimo año de la secundaria, con todo lo que eso implicaba, era imposible que no sientamos superioridad sobre el resto del alumnado en el cole. Se habia hecho un campeonato de metegol entre todos los del colegio, incluia preceptores, profesores y alumnos...hasta me parece que algun que otro conserje se metio(creo que fue uno que le decian Chupachichi el que tambien jugo). Entonces decidimos con mi amigo inscribirnos ya que(no exagero) eramos los Dioses del Olimpo a la hora de jugar al metegol en los recreos. No habia rival, era imposible sacarnos, repartiamos como delibery de pizza en sabado a la noche, como diria el Bambino, una cosa de locos.


Pero habia una especie de "Trampa legal" en nuestro juego, y era que en el colegio habia dos tipos de metegoles (no, no estan leyendo un articulo de Fernando Niembro) el de linea de 3 en el fondo y el de linea de 2 defensores con muchos mediocampistas. En este ultimo nos era muy complicado ganar, debido a la poca defenza y a la magnitud del estadio, ya que era mucho mas grande que el de linea de 3, en el cual nos sentiamos muy comodos, era nuestro reducto invencible, algo asi como La Paternal para Argentinos Jrs, del cual nos oponiamos rotundamente a dejar. El que jugaba contra nosotros en el de linea de 3 sabia que iba a una cancha hostil, que iba a sentir el rigor, y por sobre todo que tenia mas chances de ganarle a los 100 metros a Usain Bolt que hacernos un gol.

Arranco el mundial de metegol en el colegio, se disputaba durante la semana en los recreos. La primera ronda la pasamos comodamente, dando clases, con la valla invicta y disputando partidos que no duraban mas de minuto, minuto y medio. Eramos el Huracan de Cappa, el Barcelona de Guardiola, una fiesta vernos jugar y dejar muñecos en el camino.
Empesada la segunda ronda del torneo, ya con eliminacion directa nos apararece nuestro primer obstaculo a superar, y era que jugabamos contra dos compañeros conocedores de nuestra categoria y nuestras mañas en nuestra cancha, la que llamabamos cariñosamente "la de linea de 3". Estos dos manga de cagones, nos obligaron a abandonar nuestras trincheras, y salir a jugar de visitante, con todo lo que eso implica. El partido fue durisimo, pero a fuerza de mucho huevo lo sacamos adelante.
El siguiente match era contra el cuco del campeonato, el equipo a vencer, el que nadie quiere enfrentar... integrado por el rector y el querido Gulibert nuestro preceptor. Obviamente, jugamos de locales, no podiamos correr el riesgo de salir de casa otra vez. Juro que fue un partido durisimo, con todo el colegio viendonos y la presion que esto implica. Era un escollo duro de superar, pero debimos recurrir a nuestras armas mas presiadas como "la coyotiada" que era cuando el defensor contrario queria despejar vos lo tapabas moviendo tu delantero cosa que si te rebotaba la pelotita valla adentro del otro arco, "la doble mano" que era haciendo una especie de medio molinete(el molinete no estaba permitido, era penal en contra) que salia muy fuerte la pelota, "el chanfle" que era cuando le dabas efecto para que cuando metas la pelotita valla para tu lado, "la de ratin" cuando el jugador en diagonal con la cabeza hacia atras, pisando la pelota y con un giro muy rapido hacia atras la pelota salia despedida con una violencia inimaginable, entre tantas otras.

Le ganamos al rector y a Gulibert a puro tiki tiki, las semifinales nos esperaban. No tocaba contra otros dos compañeros nuestros, que eran cuñados (larga historia, pero que nunca les pase) de los cuales debo reconocerlos, eran buenisimos, nos tenian de hijos, de nietos y bisnietos. Jugamos un millon de veces contra ellos y no les ganamos nunca. Nunca hasta ese dia, no se como paso, si se alinearon los planetas o que, pero les ganamos, y les ganamos bien. Eramos la naranja mecanica del ´74, el brasil del ´70. No nos paraba nadie.


Nadie es una forma de decir. La final para sorpresa era contra dos pibes que en ese momento, rondaban por 9no, que seria el viejo 3er año. Cuando vimos contra quien, pensamos que los comiamos vivos. Ya empesamos a saborear el campeonato, la copa y el premio que eran 2 (dos) panchos y 1 (uno) vasos de Coca en el bar de Pedrito. Pero OPA! nos cagaron, nos sacaron la cancha y tuvimos que ir a jugar a cancha neutral, pero al ver los rivales esto no nos apichono para nada.
La final era a 3 goles, y como era de esperarse, comenzamos con un contundente 2 a 0 dejando ver toda nuestra jerarquia y oficio para estos matchs. El partido siguio, 2 a 1, bueh...no pasa nada, lo liquidamos ahora. 2 a 2, GUARDA!
Estabamos empatados y un terrible panico escenico empezo a correr por nuestros cuerpos, la verguenza de perder contra "dos pendejos" delante de todo el colegio estaba cada vez mas proxima. Una pechofriada de pelicula.
Un flechazo con la velocidad de un tren bala y la potencia de una bomba nuclear, salio despedida del defensor izquierdo del rival y se clavo, como se clava un puñal en medio del corazon, con un sonido tan desgarrador como es el CLINK! que suena en el fondo de la red de hierro del metegol.

Siamo Fuori. Habiamos perdido el torneo en la final. Contra dos pendejos que no nos ataban el botin. Saludamos al rival, y nos fuimos con la bronca de haber sido humillados y el grito de victoria atragantado. Era la debacle total. Como dije antes, algo traumatico que me persigue hasta el dia de hoy en mis pesadillas mas oscuras.


La cancion decia: "bancarse ser segundos, tambien es ser campeon"
Yo no me lo banque, ni me lo banco, por eso soy un sucio perdedor...un Cebollita Subcampeon.